TRES POEMAS por Yuleisy Cruz Lezcano. Cuba | Italia.




 Muy dentro


Tu cuerpo sobre el mío no pesa,

es inmaterial,

porque tu cuerpo sobre el mío

es el mío.

Tu carne en llamas

viaja de estrella en estrella,

parte de ti como un satélite

para encontrar mi tierra.

Tu voz habla con la mía

y no se oye nada,

porque se adapta a mis labios

como guantes hechos a medida.

Eres como el viento,

pronuncias contenidos ligeros,  

haces honor a mis flores,

vertiendo polen por el aire.

Despiertas el animal soñador en mí

y cantas sobre mi vestido de fiesta,

la música que nutre todos los vuelos.

Llegas como alguien que sabe

lo que debe recibir

sin pedir nada.

Tus ojos dentro de los míos

ven todavía más,

me escriben tu nombre

dentro de una lágrima.

Soy de tu cuerpo, "cuerpo",

de tu voz, "voz",

y tu eres de mi lágrima, "gota"

que te ríes dentro de mis ojos.

Tú construyes en mí "silencios"

naufragios y mares de besos,

excusas para soledades abandonadas,

llegas a mis ojos y habitas en mí por completo.

Tu sonrisa es como un pájaro alegre

debajo de una piedra, ríe dentro de mi pecho.

y bate sus alas en mi corazón.

Eres la buena luz en mí,

con rayos tenaces, despiertas la vida,

debajo de todas los matorrales

y hablas con mis mariposas,

le cuentas de los prados, de la poesía desnuda,

bajo mis ojos cerrados.

Tú, tú, tú, vienes

desde una garganta lejana,

juegas con mis metáforas

y haces nidos sutiles con mis palabras.



Pérdidas gotas


Nuestros cuerpos fueron lluvia, 

pérdidas gotas

una en la otra 

revestidas en puntos escondidos, 

caídos

en ondas incolores, 

vencidos

por un mundo de fracciones

mitad sentir y mitad oír

el tentativo de oposición, 

de dejar que la razón

divida lo indivisible. 

Nuestros cuerpos fueron lluvia, 

dos gotas divididas, 

recorribles, 

ojos de niños 

legados de una maravilla

desnuda como el agua. 

Nuestros cuerpos fueron lluvia, 

agua de mi alma, 

agua de tu alma

dos gotas 

nacidas para encontrarse.



Regalo


Tengo grandes tonos azules

cosidos de humos

a la altura de tus ojos,

para que el rumbo de mis cielos

se confunda con el tuyo.

Tengo una estrella en capullo 

que nace del aliento

de tu tierra húmeda 

para cerrar el silencio hueco de tu mundo.

De posibles y de imposibles profundos

tengo una mirada para darte

que no envejece en mis ojos,

un beso que no envejece 

en mi garganta,

un latido que canta

al domingo de fiesta

donde el amor no cansa.

Tengo una sonrisa que avanza,

llega antes de que tú llegues.

Tengo mil posibilidades

para que no te niegues,

tengo mil súplicas para que no te alejes,

al menos por unas horas,

al menos por un minuto evanescente.

Traigo una señal del futuro 

para abrazar tu presente,

tengo lunas ausentes

que aúllan como lobos

en las honduras de la noche,

palabras cerradas con un broche

en el pico curvo de un pájaro

que llevan un mensaje

y atraviesan la lejanía

esperando que llegue el día

que tú quieras escucharlas.


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