REGALANDO PALABRAS.
EN BLANCO.
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Autor: Anónimo. |
Algunas
personas afirman que los actos dicen más que las palabras, otras, que valen más
cuando van acompañadas de acciones, de cualquier forma, en esos dichos las
palabras pasan a segundo término.
Cuando
regalas un libro o alguna lectura en cualquier formato, estás pensando en
aquéllas palabras que pueden provocar emociones de felicidad, tranquilidad,
incluso de asombro. Pensemos en el momento de la entrega del libro, de
cualquier tamaño, tema, con una portada y textura asombrosa, o en formato
electrónico. Es un regalo valioso porque estás dando la oportunidad de que la
otra persona conozca lugares, palabras nuevas, personajes y a la persona que
escribió ese libro. Incluso, regalas la oportunidad de que te conozcan, porque eliges un libro de tu agrado o que te pareció
impactante al verlo y con ello un espejo de las palabras y gustos que en ti
habitan; compartes un sincero placer: la
lectura.
Cuando un lector descubre ese montoncito de palabras con significados intangibles,
puede convertirse en lo que sea, cuando es una lectura por elección el sentimiento
de placer es asombroso. Cuando te regalas un libro estás diciéndote y
demostrándote cuanto amor sientes por ti.
También
está el momento en el que recibes una lectura, un libro o una dedicatoria. El misterioso
transcurso del tiempo de la llegada del objeto mágico lleno de palabras que te
harán navegar en un mundo en donde ya no querrás salir. Puede ser el momento en
el que descubras a tu autor favorito, entonces lo llevas contigo a todas
partes, a la cama, a la oficina, al parque, a una cena, a una cita, se vuelve
tu confidente. Todo porque alguien pensó en ti al ver, leer o encontrar unas
palabras reunidas.
A
veces demostrar un sentimiento es complicado, entonces se escogen palabras que
ya están escritas y que sentiste algo al leerlas, y las regalas, porque es el
único lenguaje en el que puedes transmitir aquello que sientes. Pero debes ser
responsable al hacerlo. Las palabras pueden dar libertad pero también pueden
aprisionar, pueden dar amor o apego. Las
palabras que se regalan tienen un efecto importante en la persona que las
recibe, asegúrate de que no serán para causarle algún daño.
Puedes
regalar palabras todos los días, pero si aún no tienes un motivo, no te
preocupes, ya se acerca uno, elige algunas, del formato que quieras, para quien
tú quieras.
Y si lo llegas a hacer, compártelo con nosotros o si alguna vez lo han hecho contigo o lo has hecho con anterioridad.
“Allá, donde
terminan las fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio.
Avanzo lentamente y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la
respiración de un agua remota que me espera donde comienza el alba. […] Contra
el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me
inventa cada día.”
Libertad bajo
palabra
Octavio Paz
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