BIBLIOTECA ÍNTIMA: ANTES DE LA CREACIÓN.
EN BLANCO.
![]() |
Café cerca del viejo puerto de Montreal. Foto: Citlali Cruz Cruz/IG: ola_montreal |
Tantas
veces he querido conocer las bibliotecas de las autoras y los autores en quienes tengo especial afecto; ¿qué libros leían?,
¿los subrayaban?, las anotaciones que ponían en las páginas, o si los dejaban
sin ningún rayón. Conocer la intimidad de sus libros, llegar a sus ideas e
imaginaciones.
Algunos
ya han revelado esos secretos, a través de personas que investigaron a los
autores que ya no tenemos en vida. Otros, como nuestros contemporáneos, lo
revelan a través de pláticas, entrevistas o charlas entre amigos. Esos libros
que les emocionan, libros que ellos no escribieron.
Incluso,
a través de esos libros se han inspirado a crear historias, personajes y
ambientes que pudieran relacionarse con la literatura que escriben. Una
historia interminable de inspiraciones y aspiraciones.
Los
escritores son lectores y se encuentran en esos ámbitos. Como lectora, me
siento cómoda leyendo imaginaciones de otros, pensando por mí pero a través de
otros. Reconstruyendo una voz que no es mi voz pero que puedo ponerle mi tono. Conociendo
sus pensamientos e ideas.
Incluso,
esos autores observaron otras áreas de conocimiento, para nutrir su historia.
Disfruto cuando un libro te invita a leer otro y otro y así una cadenita de
libros o revistas, lecturas diversas.
Las
bibliotecas son una intimidad que no todos los autores se animan a mostrar,
porqué ahí encuentras gustos, estados de ánimo, estudios que se llevan a cabo; en fin, secretos.
El
préstamo de libros también es una forma de entrar en la biblioteca del otro,
visto desde la parte en la que guarda esas huellas que el primer lector dejó.
¿Ustedes
han tenido la oportunidad de preguntarle a una escritora o escritor cuál es su
libro favorito?, ¿o tienen una lista de libros que pueden recomendar?
Si eres escritora o escritor, ¿tienes algunos?
¿Puedes
compartirlo con nosotros?
“Estoy leyendo seis
libros a la vez, la única manera de leer; ya que estarás de acuerdo conmigo en
que un solo libro es como una única y solitaria nota musical y que para tener
la melodía completa se necesitan diez
notas que suenen al mismo tiempo.”
Virginia Woolf.
Extraña inspiración el dilatar en una biblioteca que nos son ajena...como también recorrer, deambular, dejarse ir entre los pasillos, corredores, estanterías, los recintos de los especiales bibliotecarios, pudiera ser otra de esas extravagantes pulsiones, pudieran ser arquetipos dados al psicoanálisis, son un elemento de acrecentamiento al suspenso en varias películas del género detectivesco. Mas el tema tocado por Mss. Pym, me hizo recordar las ediciones anotadas, que sabemos su renovado interés se halla en el formato mayor de los margenes pues es allí en ese preciso lugar en donde los lectores de bibliotecas de autores de renombre, han hallado las comentarios dejados por estos a obras de otros renombrados. El sendero tomado por los editores de esas ediciones anotadas es el de ir, como colibríes, de gran biblioteca en gran biblioteca, buscando una obra precisa, obligada a todo lector contumaz, para leer las anotaciones que pudieron haberle imantado la atención. Por ejemplo, la edición anotada de "Moby Dick" (Clásicos Carroggio, Barcelona 1982) es triplemente interesante, a causa de esos sustanciales agregados, entre los pasillos, corredores y entrelíneas de las páginas impresas,transformando la lectura sobre el atril, en un atlas de la misma obra entre manos.
ResponderBorrar(fe de erratas: ...nos es ajena..."ediciones anotadas"...Gracias por la tribuna.
ResponderBorrar